Sueño o Ilusión

Con una regular periodicidad, el excelente guitarrista y amigo, Toni Cotolí, suele enviarnos algún vídeo grabado con alguna de sus magistrales interpretaciones que anuncia con un “Hoy te quiero invitar a Soñar”.

Muchas veces, en ese mismo instante no disponemos del momento que nos permite imaginar cómo sería ese sueño porque tenemos voracidad por hacer, actuar, realizar…o simplemente estamos “ocupados” y parece que no nos podemos parar a soñar o ¿ilusionarnos?

Hace unos días escuché en la radio una muy interesante entrevista que precisamente incidía en la diferencia entre sueño e ilusión como conceptos. Entre los argumentos uno invitaba a la reflexión: “el sueño siempre es irreal y difícilmente de conquistar, la ilusión es una percepción y sentimiento, con la realidad como punto de referencia”.

La entrevistada (siento no recordar el nombre) explicaba que los sueños son deseos, en su mayoría nacidos de la inconsciencia, mientras que la ilusión es un motor que nos activa conscientemente a hacer algo.

Yo en ese momento iba en coche, conducía, pero, en esa manía mía de quedarme con frases o pasajes que me llevan siempre a la reflexión ante una pantalla en blanco, guardé mentalmente algunas explicaciones (siempre selectivas por esas razones de la sinrazón que todos albergamos). Estaba segura que llegaría el momento de reflexionar sobre ellas.

Por eso, hoy, cuando he recibido la invitación a soñar de Toni Cotolí he sentido que este era el rato. ¿Quiero soñar o me quiero ilusionar?, En esta coyuntura personal en la que se conjugan algunas preocupaciones con varias inquietudes y algún que otro desvarío, ¿necesito soñar o tal vez, ante esta apatía otoñal próxima a la astenia primaveral modificaría mi estado gestar una ilusión?

Ante esta pandemia de este raro 2020, cada persona ha sufrido su propia catarsis. Estoy convencida que muy pocos habrán quedado inmunes ante muchas de las oscilantes (casi permanentemente cambiantes) rutinas de esta “nueva normalidad” (cuánta repulsa me provoca este término).

Cuánto más lees más zozobra te generas, cuánto más informaciones recibes, más tiendes a la introversión, hasta tal punto que casi añoras aquel encierro primaveral obligado durante el periodo de confinamiento. Entonces podías pasar horas en silencio sin que nadie lo percibiera como un aislamiento, podías dedicarte a hacer nada sin dar explicaciones y hasta podías estar ausente sin que ello originara preocupación en tu entorno.

Silencio, ausencia… síntomas exacerbados por el trastorno de adaptación a las nuevas condiciones de vida, ante la realidad coyuntural de esta “nueva normalidad”.

Poco ayuda escuchar que “las cosas han cambiado”, cuando sabemos perfectamente que casi todo lo que experimentamos es desconocido, diferente, distinto. Planificar se ha sustituido por improvisar, al menos yo soy incapaz de hacer ningún tipo de plan más allá de las próximas horas y, aun así, siempre surgen imprevistos que hacen desvanecer tus propósitos.

Por eso, al recibir la invitación de Toni Cotolí “a soñar”, he sentido un erial interior, porque hoy, soy incapaz de diseñar un sueño.

Toni decía en su mensaje “Cierra los ojos e imagina una realidad que te gustaría vivir. Muchas veces visualizando algo lo podemos alcanzar”. Si así fuera, ¿no estaríamos creando una ilusión?, si es una realidad lo que anhelas obtener, ¿no estaríamos hablando de ilusiones y no de sueños?

Sueños e ilusiones, ¿ilusiones o sueños? Ambos conceptos requieren de entusiasmo, brío, fervor, ánimo, exaltación…pero, cómo lograr apasionarse ante tanta incertidumbre. Por qué cuesta taaaanto forjar sueños o crear ilusiones.

Sinceramente, al menos yo, tengo la sensación de vivir en barbecho a la espera de la llegada de eso que sacuda esta desidia, pereza o inapetencia por una etapa de frenesí, deseo…sueño e ilusión.

Comenzaremos escuchando esta música de Toni Cotolí mientras llega el momento de leer, eso que ahora se ha convertido en el mejor remedio, porque a veces es a través de la lectura la única forma de huir, aunque ese sea el refugio en el que, en ocasiones, nos aliviamos los cobardes como yo.

Gracias Toni por tu invitación, siempre hay que intentarlo....y el primer paso es escuchar estos SUEÑOS de Luís Nuño que interpreta magistralmente el excelente músico que es Toni Cotolí:

https://youtu.be/M3tLZGaXjAI

 

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