Momentos....aquel 20 de febrero

Estas RRSS que nos preguntan cómo va nuestro estado, qué tenemos que decir o que se empeñan en recordarnos fechas olvidadas me ha traído hoy la notificación que hace exactamente un año viví mi último evento social antes de la eclosión de esta pandemia.

El motivo era atractivo: la presentación del álbum de cromos “Juguen Elles, Guanyem Tots” de Teika, el primero álbum centrado en mujeres deportistas de la Comunidad Valenciana en baloncesto, voleibol, fútbol, rugby y hockey. Creo que absolutamente nadie de los allí presentes imaginábamos que el escenario iba a ser el último que acogiera saludos con besos, abrazos, apretones de manos, conversaciones dicharacheras, reflexiones verbalizadas y comentarios sobre el hecho que allí nos reunía….”REUNÍA”, eso que ahora suena a prohibido, que genera inquietud y que es la semilla de muchos quebrantos.

Aquel día en que Puri Naya hablaba de jornada histórica, pocos creíamos que iba a ser una frase que, solo doce meses después, se ha convertido en momento añorado. Porque entonces éramos “felices”, reíamos, conversábamos…compartíamos.

Hoy, este 20 de febrero de 2021 amanece con la sensación de otro día perdido, ahogada en pensamientos que se agolpan en la cabeza mientras te enfrentas con fuerza a la necesidad de apartarlos de tu mente para sanar los rasguños que originan en nuestro interior.

Hoy, en este sábado gris a orillas del mediterráneo en el que el sol intenta abrirse paso ante tanta nebulosa, no logro refugiarme en el optimismo del “pronto pasará”, “todo se termina, “queda menos”...; aunque sí, esto pasará, no importa que en este día no se vea salida brillante y blanca, está ahí la meta.

Sin embargo, hay días que surgen así y hoy confieso que me faltan las fuerzas y es en estos momentos cuando escribió, no recuerdo quién, que “hay que buscar a los que te quieren”, porque todos tenemos quién nos quiere, familia y amigos, a pesar de que ahora esta extraña coyuntura hace que la distancia física provoque que no puedas ahogar junto a ellos los “ratos de pena” como este. Parece más fácil llegar a la luna que acercarnos a quienes queremos. Los intuimos porque están tan cerca… pero ¡¡tan lejos!! …que no logramos que nuestro ánimo pare este balanceo permanente.

Hoy no hay eventos, no hay sociabilidad, la agenda está repleta de “teletrabajo” y aislamiento porque todo es silencio, vacío y rasguños que a veces son heridas.

Se marchó aquel tiempo, nos abandonó. Y se marcha tanto cada día que ya amanecemos con la necesidad de construir una nueva jornada, un motivo, un…HOY, pero nos faltan tantas cosas, tantos instantes, tantos abrazos, tantos corazones, NOS FALTA TANTO….y nos sobra TAAAANTO.

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